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Por Liliam Pérez, Doctora en Educación

Los valores y reglas de la casa son las primeras leyes que aprenden nuestros hijos y son la base para formar ciudadanos respetuosos. Como padres tenemos la importante tarea de enseñarles a nuestros niños a participar en un mundo que va más allá de las paredes de su hogar y que incluyen personas que no son parte de la familia, pero sí de su comunidad.

Es importante que los niños y niñas en edad preescolar aprendan a reconocer sus emociones y a saber cómo manejarlas de forma positiva. Como padres, puede ser que nos preguntemos, ¿Cómo le enseño a mis hijos a reconocer sus emociones? Los padres necesitamos poner atención al comportamiento de los niños y ayudarlos a  identificar y nombrar sus sentimientos y estados de ánimo. Usted puede observar a su hijo y decirle cuándo se ve alegre, nervioso, con miedo, triste, cansado, con sueño, hambre, sed, enojado, o aburrido. Identificar cómo se sienten es importante para los niños porque solo así pueden aprender a aliviar lo que sienten y sentirse mejor. Por ejemplo, si su hijo sabe que está cansado, tomará un descanso. Si tiene sueño, puede dormir un rato. De la misma manera, si reconoce que tiene hambre o sed podrá comer o beber; o si está nervioso puede aprender a respirar despacio y profundo o pedirle ayuda a un adulto, quien lo puede alentar y ayudarle a recobrar la calma.

También es importante que los niños practiquen cumplir las reglas y  los límites, así como a respetar la autoridad de quien supervisa su bienestar. Esto comienza en casa, antes de que los pequeños empiecen a ir al jardín de infantes. Una forma natural de presentarles a nuestros hijos las reglas o normas es enseñándoles nuestros valores. Para muchos de nosotros, la buena educación y los buenos modales o reglas de cortesía son valores importantes. Saludar, respetar a nuestros mayores, pedir permiso en vez de empujar, pedir por favor y dar las gracias, son algunos ejemplos que se aprenden en casa y  se practican primero con la familia.

Establecer reglas de cortesía o de disciplina con nuestros niños un proceso de amor, paciencia, persistencia y esfuerzo por parte nosotros los padres. A continuación presentamos algunas sugerencias de cómo introducir reglas y límites a sus niños de edad preescolar:

  • Comunique las reglas de forma simple y clara. Por ejemplo: “Recuerda que debemos decir por favor cuando pedimos algo y gracias cuando recibimos algo”.
  • Dé usted el ejemplo de cómo se cumplen las reglas. Por ejemplo: “Hijo, ¿puedes alcanzarme los zapatos verdes por favor? ¡Gracias por traerme los zapatos hijo!”
  • Recuérdele las reglas cuantas veces sean necesarias. Por ejemplo si su niño le dice: “mami no me puedo abrochar el pantalón, abróchame” usted le puede recordar la regla diciéndole “¿recuerdas cómo se piden las cosas?” a lo que el niño debe contestar “por favor”. Espere que el niño repita la frase y reconozca su esfuerzo diciendo “así es, se dice por favor ¡muy bien!”. Con el tiempo, las reglas se vuelven costumbre y su hijo lo hará sin ningún esfuerzo.
  • Sea paciente y perseverante. Algunas veces su hijo estará cansado o frustrado y puede que le cueste entonces más trabajo seguir las reglas. Déjele saber que usted comprende cómo se siente y ayúdele a identificar el sentimiento (cansado, frustrado, enojado, etc.). Mantenga la calma y sugiérale una manera de aliviar su sentimiento. Por ejemplo: “Lo siento, creo que estás cansado ¿quieres que te arrulle en mis brazos o quieres descansar en el sillón un momento?” Con el tiempo, aprenderá a buscar la forma de calmarse solo, sin depender de usted.
  • Redirija el comportamiento del niño y comunique con calma y firmeza opciones aceptables. Por ejemplo, a su hijo le gusta mucho jugar a la pelota pero dentro de la casa hay cosas frágiles y usted quiere evitar accidentes. Una regla viable puede ser darle le opción de jugar con una pelota suave dentro de su dormitorio o con un balón afuera de la casa, en el patio. De esta manera será mucho más fácil para su hijo elegir y cumplir con la regla sin sacrificar su pasatiempo favorito.

Guiar el comportamiento de nuestros hijos y enseñarles a controlar sus impulsos es una labor de amor, paciencia y perseverancia. Aprender a respetar las reglas, los límites, y a la autoridad nos ayuda a mantener una relación positiva entre padres, hijos y hermanos, y prepara a los niños para ser ciudadanos responsables, quienes cultivarán una vida satisfactoria y placentera para toda la comunidad.

¿Qué regla de cortesía, valor cultural o norma de disciplina le gustaría poner en práctica con sus niños?

Dr. Liliam Perez es Consultora de Practica en Educación Temprana para Liderar Aprender Sobsalir, Academia de Liderazgo de La Fundación Onza de Prevención. Antes de trabajar para La Onza, Liliam fue asesora de calidad en la iniciativa La Calidad Cuenta del estado de Illinois para el Centro McCormick de Liderazgo en Educación Infantil de la Universidad Nacional Louis. Liliam también fue directora de Head Start, profesora en línea para Universidad de Cincinnati y profesora adjunta para Morton Community College en Illinois.