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Por Dina Castro, PhD MPH

La meta de la educación es ofrecer a todos los niños y niñas la oportunidad de desarrollar su potencial y comienza desde la primera infancia. Para las niñas y niños de familias inmigrantes que están desarrollándose con dos idiomas, una educación de calidad es aquella que celebra su bilingüismo y su cultura, y los incorpora en la enseñanza.

 

Bilingüismo en las familias inmigrantes

Los niños y niñas bilingües piensan y aprenden cosas diferentes en cada idioma, algunas en casa con su familia otras en la escuela o en la comunidad. Cuando se les pide que usen sólo inglés, ya sea en la escuela o en casa, pueden perder habilidades verbales en su lengua materna y las ventajas que ser bilingües les da en el proceso de aprendizaje.  Al no permitirles usar su primer idioma, puede disminuir la comunicación con sus padres y otros familiares que sólo hablan español. A largo plazo, esto puede distanciarlos de su familia y de su cultura, afectando su identidad, autoestima y en el apego seguro que todos los niños y niñas requieren para crecer saludables y felices.

“No estoy preocupada porque mi hijo no me hable en español, porque sé que entiende lo que le digo”

He escuchado este comentario de algunos padres y madres inmigrantes. Aunque es posible que los niños entiendan lo que les decimos, es muy importante que también hablen nuestra lengua, pues si no lo hacen, la pueden ir perdiendo, sobretodo cuando son pequeños, y su dominio del español es limitado. Conversando y leyendo en español los niños aprenderán nuevas palabras y formas de usarlo.

Puede ser que los padres a veces decidan no apoyar que sus hijos e hijas hablen español por el deseo de que salgan adelante y de que tengan éxito en los Estados Unidos o por tratar de evitar que sufran discriminación.  Estas ideas pueden estar relacionadas con sus propias experiencias negativas.  Aunque es lamentable que haya personas que hayan pasado por este tipo de experiencias, la decisión de no promover el bilingüismo en sus hijos e hijas no es la solución.  Al contrario, debemos fortalecer nuestra comunidad y promover que nuestros hijos se sientan orgullosos de su cultura y de su idioma español. Con esa fortaleza lograrán convertirse en personas bilingües y biculturales capaces de desarrollar todos sus talentos y alcanzar su potencial.

 

“¿Qué pasará el día que no pueda hablar con mi nieto?”

Esta pregunta me la hizo mi madre llorando, cuando mi hijo de cinco años, a quien ella había criado, empezaba a tener dificultades para hablarle en español cuando la llamábamos por teléfono a Perú.  Al final de kindergarten, en una escuela donde sólo se hablaba inglés, mi hijo había empezado a olvidar el español. Después de este incidente vinieron años de dedicación y disciplina en casa y en colaboración con sus maestras para que mi hijo terminara la primaria sabiendo leer y escribir en español. Después llevó cursos avanzados de gramática y literatura latinoamericana y española en la preparatoria.  Mientras nos esforzábamos para que aprendiera el español, en la escuela llevó cursos de francés y eventualmente llegó a ser trilingüe.  Lo logramos aún cuando no existían programas de educación bilingüe en nuestra comunidad.  Hoy en día el número de programas de educación bilingüe español-inglés está aumentando, lo cual es una gran oportunidad para las familias inmigrantes que desean que sus hijos e hijas sean bilingües.

 

Con base en las investigaciones sobre el bilingüismo, sabemos que:

  • El desarrollo de los niños y niñas bilingües es diferente al de los que hablan un solo idioma, o monolingües. Su cerebro funciona distinto porque usan sus dos idiomas todo el tiempo.
  • Los niños y niñas tiene la capacidad desde el nacimiento de aprender más de un idioma; eso no los confunde o dificulta el desarrollo del inglés.
  • El bilingüismo no tiene consecuencias negativas para el desarrollo infantil. Por el contrario, es beneficioso para el desarrollo cognitivo, lingüístico, social y emocional.
  • Las habilidades avanzadas en español facilitan el aprendizaje del inglés. Cuando se interrumpe el desarrollo del lenguaje en español, se hace más difícil el aprendizaje del inglés.
  • Los niños y niñas bilingües que asisten a escuelas bilingües típicamente obtienen mejores calificaciones que quienes viven en familias y comunidades bilingües pero asisten a escuelas con instrucción sólo en inglés.

 

¿Qué significa esto para la educación en la primera infancia? 

Los programas pre-escolares deben apoyar el desarrollo de las niñas y niños bilingües en dos idiomas. Dado que los niños están aprendiendo en dos idiomas, es importante solicitar que todas las evaluaciones sean realizadas en español e inglés. También es importante que busquemos programas preescolares con maestros bilingües que enseñen en español y en inglés. Si no hay programas bilingües de educación pre-escolar en nuestra comunidad, podemos buscar escuelas que ofrezcan enseñanza en inglés usando el español como apoyo.  En esos casos, la participación de los padres y otros miembros de la familia toma un rol aún más importante para promover el desarrollo del español en los pequeños.  Por ejemplo, podemos colaborar como voluntarios en la escuela para leer o contar historias en español. A sus hijos e hijas les encantará verlos en su escuela y les hará sentir importantes.  Y, claro, hay que continuar leyendo, cantando, y hablando mucho español en casa.

 

Recuerden,

  • No hay razón para creer que lo niños que crecen con dos idiomas se van a retrasar en la escuela o en el desarrollo del lenguaje. En realidad sólo necesitan apoyo consistente para poder tomar ventaja de la oportunidad de ser bilingües.
  • No es suficiente que los niños y niñas practiquen el español escuchándolo, hace falta hablarlo, leerlo y escribirlo para volverse competentes en el manejo del idioma.
  • Nacer en una familia donde se habla un idioma además del inglés es ideal para el bilingüismo. Más aún, la lengua materna – la que escuchamos de nuestra madre desde antes de nacer, es la que usan los bebés para establecen sus primeros vínculos afectivos.
  • Conociendo los enormes beneficios del bilingüismo, debemos abogar por más programas bilingües y promover el bilingüismo en casa y en nuestra comunidad.
La Dra. Dina C. Castro es profesora y titular de la Cátedra de Educación de la Primera Infancia Velma E. Schmidt, de la Universidad del Norte de Texas. La Dra. Castro es investigadora y educadora de docentes, y sirve en la Junta de Gobierno de la Asociación Nacional para la Educación de Niños Pequeños (NAEYC, por sus siglas en inglés). Su investigación se centra en la equidad y la calidad en el cuidado y la educación temprana de niños bilingües de comunidades inmigrantes e indígenas. Ha diseñado y evaluado el desarrollo profesional de maestros de niños bilingües, investigado las decisiones del cuidado infantil entre las familias inmigrantes, y desarrollado medidas de calidad y adquisición de una segunda lengua para las aulas donde se atienden a niños bilingües.