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Por Karen Nemeth, Ed.M

 

Los niños pequeños son científicos naturales. Todo es nuevo y sorprendente para ellos. Les encanta explorar y probar cosas nuevas. Afortunadamente para ellos, hay mucha ciencia sucediendo en su propia casa ¡y tú puedes ayudarlos a aprender todo al respecto! Lo mejor de jugar con la ciencia es que los niños aprenden habilidades para resolver problemas y conocimientos prácticos sobre la forma en que funcionan las cosas. También puede agregar algo de aprendizaje de idiomas, mientras le enseñas a tu hijo vocabulario en español o inglés, o en ambos. Por todo esto, un poco de experiencia en ciencias trae mucho aprendizaje valioso. Aquí hay algunas ideas divertidas que puedes probar en tu cocina.

 

  1. AGUA: Coloca una toalla en el piso de la cocina y saca tazones de agua grandes y pequeños. Agrega diferentes de materiales y objetos para jugar con el agua. Observa con tu hijo lo que sucede cuando sumerge una esponja en el agua. Después prueba con una servilleta. Luego intenta sumergir una bolsa de plástico o un plato pequeño. Quizá tú das por sentado lo que ocurre en estas actividades, pero a tu niño en edad preescolar le fascinará descubrir que algunas cosas absorben el agua y otras no. Incluso pueden experimentar con algunos tipos de alimentos. ¿Qué sucede cuando pones algunos copos de cereales en el agua? ¿O alguna manzana? Luego, puedes tener una conversación interesante sobre lo que sucedió, lo que mantiene el agua afuera y lo que deja entrar el agua. Incluso puedes probar palabras elegantes como «absorber», «repeler» (no deja entrar el agua), «hundirse» y «flotar».

 

  1. TRANSFORMACIONES: Deja que tu hijo sea tu asistente al hornear. Haz que hable de la forma en que cambian los ingredientes cuando los mezcla. Para un niño pequeño, casi parece mágico que ponga la masa húmeda en el horno y unos minutos después, salga un pastel. Para ti puede ser un proceso simple, pero así es como los niños aprenden acerca de las «transformaciones» en su introducción a la ciencia. Puedes hablar sobre los olores, las texturas y los sabores. Puedes mostrarle a tu hijo cómo funcionan las diferentes herramientas de medición y mezcla. Puedes contarle por qué usas mucha harina pero solo una pequeña cantidad de sal. Y, si no te importa un poco de desorden, incluso podrías darle a tu hijo pequeñas cantidades de los ingredientes para jugar y hacer su propia «receta». El aprendizaje práctico siempre es lo mejor para los niños pequeños.

 

  1. SONIDO: ¿Sabías que la cocina es un gran lugar para aprender sobre la ciencia de los sonidos? A los niños pequeños y preescolares les encanta hacer «música» con ollas y sartenes, cuencos de plástico, latas de sopa y cajas de cereales. Agrega algunas cucharas de metal y plástico y podrás comenzar tu propia banda de cocina con su hijo. Con toda esta diversión, también hay mucho aprendizaje. Puedes hablar con él sobre lo que hace que las cosas suenen fuerte o suave. Pídele a que hable sobre las diferencias que escucha entre las cosas de metal, cartón y plástico. Tu hijo descubrirá que las cosas huecas hacen ruidos diferentes a los de las cosas sólidas. Pregúntale qué cosas producen sonidos más agudos y qué cosas producen sonidos más graves. Y es una excelente manera para que experimente ritmos y patrones. ¡Es mucho aprendizaje!

 

  1. TEMPERATURA: hay un tema de ciencia que forma parte de cada cocina: ¡la temperatura! Es una importante lección de seguridad aprender lo que significa calor en la cocina. Con la seguridad en mente, hay muchas otras formas de explorar la ciencia de la temperatura. Si cocinas algo, se calienta. Si esperas unos minutos, el calor desaparece y puede comerlo. A veces soplamos sobre la comida para ayudarla a enfriarse. Pueden hablar y tocar o saborear cosas que estén calientes, tibias, frescas o heladas. Por ejemplo, si estás preparando sopa para el almuerzo, dale a tu hijo una pequeña cantidad de sopa a diferentes temperaturas. ¿Les gusta comer sopa fría? ¿Qué pueden hacer si la sopa está demasiado caliente para comer? Pueden experimentar con congelación y derretimiento. Saca un poco de helado del congelador y ponlo en una taza. Luego, comprueben cómo se ve cada cierto tiempo a medida que se derrite. O vierte un poco de agua o jugo en tazas pequeñas o bandejas de cubitos de hielo y observen lo que sucede cuando lo guarda en el congelador. Estas son lecciones prácticas que todos debemos comprender sobre la comida, pero también son actividades científicas increíbles para tu hijo pequeño.

 

El aprendizaje temprano de la ciencia no tiene que ser sobre memorizar hechos o experimentos complicados. Estas divertidas actividades pueden brindarles muchos temas para hablar en el idioma que elijas. Cuando apoyas la curiosidad de tu hijo sobre las cosas en su mundo cotidiano, estás construyendo una base maravillosa para el aprendizaje futuro y ayudándolo a desarrollar confianza y aptitudes en el camino.

Karen Nemeth, Ed.M.
La máster en educación Karen Nemeth es experta en el desarrollo de primera y segunda lengua, y en educación temprana, y posee un sitio web de recursos muy conocido: www.languagecastle.com. Ha escrito más de 12 libros y muchos artículos para maestros, líderes y familias, incluyendo su libro más reciente: “Familias y educadores juntos: construyendo excelentes relaciones que apoyen a los niños pequeños”. Es consultora y presentadora de muchos programas, escuelas y organizaciones en Estados Unidos y otros países.