Por Dra. Lorea Martínez
No hace mucho tiempo, mi niña de cinco años dijo “quiero aprender cómo funcionan los huesos”. Esta declaración generó una gran cantidad de aprendizaje: fuimos a la biblioteca a buscar algunos libros (esto fue antes del coronavirus), tuvimos conversaciones sobre las diferentes partes del cuerpo, y notamos que las personas son iguales por dentro, aunque nos veamos diferentes por fuera. Mi niña comentó que su mejor amiga, A, tiene la piel oscura y los ojos marrones, mientras que ella es rubia con ojos azules.
A pesar de la creencia general de que los niños no ven el color de la piel, los investigadores han descubierto que niños y niñas de tan solo 6 meses muestran signos de sesgo racial. Es decir, muestran preferencia por las personas que se parecen a ellos y a sus padres. A pesar del hecho de que niños y niñas notan estas diferencias a una edad temprana, la mayoría de las familias rara vez hablan con sus hijos sobre la raza/ etnia, el género, la clase social u otras categorías de identidad social, según una encuesta representativa a nivel nacional que realizaron las entidades Sesame Workshop y NORC de la Universidad de Chicago en la que participaron más de 6,000 padres y madres.
Los niños y niñas son seres curiosos: quieren saber por qué sus amigos tienen la piel más clara u oscura que ellos, hablan un idioma diferente o celebran diferentes días festivos. Es posible que hayas sentido vergüenza en algún momento en que tu niño o niña haya señalado a alguien en un parque o en el supermercado y haya hecho un comentario sobre su raza u origen étnico. Si bien las conversaciones sobre identidades culturales y sociales pueden ser difíciles para los padres y las madres, estos son temas importantes que debemos hablar en familia si queremos criar niños y niñas culturalmente conscientes e inclusivos.
Cuando intencionalmente construimos una conciencia positiva sobre la diversidad en nuestros niños y niñas, y discutimos las injusticias que observamos dentro y fuera de nuestras comunidades, estamos construyendo su capacidad para mostrar empatía, ser inclusivos y actuar cuando sean testigos o experimenten racismo y discriminación. Incluimos a continuación algunas herramientas:
- Habla con tus hijos sobre la raza, etnia, lengua y herencia de tu familia. Es importante que los niños conozcan las historias de sus abuelos y bisabuelos. ¿Dónde vivían? ¿Cómo se ganaban la vida? ¿Cuáles eran algunos de sus valores y tradiciones? ¿Qué desafíos superaron? Estas conversaciones pueden ayudar a los niños y niñas a desarrollar un autoconcepto positivo y fomentar que sientan orgullo por su herencia cultural.
- Háblales sobre el tratamiento diferencial que reciben los niños y los adultos, según el color de su piel. Si bien esperamos que los niños y niñas no tengan que preocuparse por las injusticias existentes en los Estados Unidos y en todo el mundo, no podemos ignorar que la discriminación y los prejuicios raciales están afectando de forma negativa las experiencias de los personas negras y los latinos. Si tus niños o niñas han experimentado prejuicios, ayúdalos a procesar sus sentimientos y a defenderse.
- Lee y analiza libros escritos por autores de orígenes diversos que ayuden a los niños y las niñas a aprender sobre las perspectivas de otros niños. Háblales acerca de las diferencias y los puntos en común que tienen los personajes, y explícales lo que tú has aprendido por vivir en un mundo diverso. Incluimos aquí una excelente lista
- Selecciona contenido multimedia que represente personajes diversos, y enseña a los niños y las niñas a identificar los estereotipos raciales que aparecen en las películas. Common Sense Media ha seleccionado una lista de recursos en los medios para ayudar a los padres a hablar sobre el racismo y los eventos difíciles que se ven en las noticias. También tienen muchos recursos en español Asegúrate de que tus hijos vean modelos positivos hispanos y latinos en la televisión.
- Observa y cuestiona tu propio sesgo. Muchas veces los padres y las madres contribuyen a los estereotipos y prejuicios negativos que tienen los niños sobre otras razas y etnias. Piensa en el tipo de lenguaje que usas cuando hablas de otros grupos a tus hijos. ¿Muestras empatía y curiosidad, o juicio y crítica? Si hablamos de manera negativa sobre otras culturas o grupos, ¿qué mensajes estamos enviando a nuestros hijos? ¿Y son esas las lecciones que queremos que aprendan? Cuando notamos nuestro propio sesgo, y corregimos nuestro lenguaje o nuestras acciones para evitar reforzar los estereotipos, estamos ofreciendo un modelo saludable para que nuestros hijos e hijas hagan lo mismo.
Los padres y madres tienen un papel importante que desempeñar en la creación de comunidades y hogares solidarios e inclusivos. Al ayudar a los niños y las niñas a apreciar la diversidad, cuestionar los estereotipos y prejuicios raciales, y luchar contra el racismo, estamos plantando las semillas para desarrollar una sociedad inclusiva y equitativa.