Por Dra. Lorea Martínez
Las escuelas en los Estados Unidos están cerrando debido al nuevo coronavirus, COVID-19, las principales universidades han cancelado sus clases presenciales y muchas empresas han ordenado a los empleados que trabajen desde su casa. Se les ha pedido a las familias que practiquen el aislamiento social (es decir, que se abstengan de ir a lugares públicos y de participar en actividades sociales) y que reduzcan cualquier contacto físico con otras personas. Los padres y las madres están tratando de proteger a sus seres queridos, mientras hacen malabarismos para hacer frente a las responsabilidades laborales con los niños en casa, además de la posibilidad real de que algún miembro de la familia contraiga la enfermedad.
Me he sentido bastante angustiada por esta situación que cambia rápidamente y abrumada por la cantidad de información disponible. La realidad de tener que quedarme en casa con mis hijas durante por lo menos tres semanas me cayó encima cuando tuve que cancelar la mayoría de mis compromisos laborales. En estos tiempos de incertidumbre, es probable que muchos otros padres y madres también tengan miedo, estén preocupados y tengan dificultades para manejar estas emociones mientras intentan tranquilizar a sus hijos y hacerlos sentir seguros. Es comprensible. Es difícil hacer que nuestros hijos e hijas se sientan mejor cuando no tenemos todas las respuestas o no nos sentimos en control de la situación. Si nota que siente pánico o está cada vez más angustiado, tómese un tiempo para calmarse antes de interactuar con sus hijos. No podemos pensar con claridad cuando estamos en un modo reactivo, así que permanecer tranquilo le ayudará a tomar mejores decisiones para su familia.
Aunque no sabemos cuánto durará esta difícil situación, podemos abordarla desde un lugar de optimismo y solidaridad, dándonos cuenta de que es temporal y que, con la ayuda de todos, podemos reducir la probabilidad de contagio. Si sólo piensa en los aspectos negativos de esta situación, intente cambiar esta perpectiva e imaginar las personas que se beneficiarán si usted no se enferma o piensar en las oportunidades positivas que se pueden crear en esta situación. En mi caso, estoy intentando centrarme en la oportunidad de pasar más tiempo en casa con mis hijas.
Es posible que haya notado que los niños y niñas se preocupan cuando no entienden lo que está sucediendo o cuando tienen que tratar de entender por su cuenta lo que escuchan en las conversaciones de adultos o en las noticias. Es importante que hable sobre este tema con sus hijos e hijas, aunque sea difícil. A continuación, compartimos algunos consejos para que los padres y las madres hablen sobre el coronavirus con sus hijos e hijas:
- Pregúnteles qué saben. Es posible que los niños y niñas ya hayan oído hablar sobre el coronavirus en la escuela o en el patio de recreo. Pídales a sus hijos que le cuenten lo que saben y cómo se sienten al respecto.
- Responda sus preguntas. Dé a sus hijos la oportunidad de hacerle preguntas y haga todo lo posible por responder con sinceridad. Use un lenguaje que sus hijos e hijas puedan entender y brinde ejemplos, pero no ofrezca demasiada información.
- Comparta las acciones que está tomando para mantenerse a salvo. Hable con sus niños sobre las cosas que está haciendo su familia para mantenerse segura y recuérdeles que ellos también tienen un papel importante que desempeñar, por lo que deben seguir las recomendaciones de salud de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades para evitar que el virus se propague.
- Sigua las rutinas. Si la escuela o guardería de sus hijos e hijas está cerrada, es posible que resulte difícil adaptarse a la nueva situación. Los niños se manejan mejor cuando se les establecen rutinas, por lo que, en la medida de lo posible, cree un horario regular para las comidas, la hora de acostarse y el ejercicio.
- Continúe la conversación. Dígales a sus hijos que los mantendrá al tanto de la información nueva que vaya surgiendo y anímelos a que continúen haciéndole preguntas y compartiendo sus sentimientos. Es importante que los niños sepan que usted los mantendrá informados.
Aunque puede ser difícil hablar con nuestros hijos e hijas sobre el coronavirus, es importante que les brindemos información básica y que los hagamos sentir seguros. Al iniciar la conversación, puede abordar sus preocupaciones y temores, y trabajar juntos para navegar esta difícil situación.
Cuídese y hasta pronto.